
Esta cocina se gesta desde los sueños y los sabores. En compañía de Latoya, una mujer trans que habita y transita libremente por la ciudad, apasionada por la cocina y con conocimientos en culinaria tradicional y producción radial, se abre esta experiencia que camina Medellín en busca de mujeres que quieran contar su historia a partir de un encuentro alrededor del fogón, la olla y su infinidad de sabores, pero, sobre todo, generar confluencia que nos permita a su vez reconstruirnos y pensarnos de otras formas posibles.
Somos una cocina abierta donde se comparte el alimento, los dolores y los sueños para sanar el alma y seguir construyendo ciudadanía, nación, a partir del acto más básico y cotidiano, comer.
