Desde que tengo uso de razón, la salud para mi ha sido una gran preocupación. No hay nada más jodido que recordar que no me puedo enfermar porque no estoy afiliado a ningún regimen de salud contributivo y que en el SISBEN no me reciben porque no hago parte del nivel 1 y 2.
Siempre el derecho a la salud a estado en un limbo. Que estoy afiliado pero que en esta IPS no me atienden. Que estoy afiliado pero que que ese medicamento no lo cubre el POS. Que no me atienden porque mi empleador tiene 5 días de atraso en el pago.
Mejor dicho, siempre hay una razón para que no se nos presente los servicios de salud como un derecho que todo tenemos, sino como una mercancía por la que tu pagas para recibir atención.
Ahora más que nunca a muchos les embarga el temor de estar afiliado a una empresa de salud que está en quiebra y que quizás no es por la contingencia actual, sino por los manejos oscuros que este sector a tenido año tras año. Que el cartel de los medicamentos, que los recursos para las enfermedades de alto costo que no aparecen, que la inauguración de hospitales dotados con todo que nunca se conocen…. En fin, es como si habláramos de algo vital para nuestras vidas pero que no podemos alcanzar.
Y en todo esto ¿dónde están nuestros gobernantes y entidades de control haciendo la veeduría a este derecho vital que se nos vulnera cada día y cada vez con mayor intensidad?. – Que el despido masivo de médicos, que salarios irrisorios para quien nos ayudan a conservar la vida, que hospitales sin la dotación necesario para cumplir la misión….. y tengo que parar porque me quedaría hablando de cada una de las frustraciones que a diario vivimos como ciudadanos.
Hoy el derecho a la salud marca el rumbo del mundo. De la calidad en la prestación de los servicios de salud depende que cada país mañana pueda decir si afrontó o no la crisis de manera adecuada. Así que señor presidente, señor alcalde y señores concejales, pónganse los pantalones para defender este derecho fundamental; para eso los elegimos. La salud es una devuelta que no podemos fiar.
Leo Buenafuente de La Calle – Editorial de La Esquina Radio para el Noticiero La Devuelta