Llevamos décadas como sociedad exigiendo nuestro derecho a ser libres: libertad de pensamiento, libertad de religión, libertad para decidir sobre nuestro cuerpo, libertad de expresión….. libres, libres y libres.
Pero paradójicamente en la búsqueda de esas libertades individuales y colectiva hemos ido olvidado la esencia de esta palabra. ¿Cómo podemos hablar de libertades si aun nombramos o señalamos a los otros por su estrato social, su color de piel, su oficio o profesión? Si utilizamos palabras como pobres, marginados, negros, maricas, lesbianas; para referirnos de manera peyorativa a los otros. Palabras que al ser usadas no sólo nos esclavizan, sino que nos hace retroceder en las luchas colectivas ya ganadas. De nada nos sirve defender nuestra libertad, cuando nuestras palabras y acciones nos esclavizan y esclavizan a otros.
La libertad empieza cuando me reconozco en medio de la colectividad, pero además cuando me reconozco parte del todo. Por eso en el marco de la celebración de este 20 de julio, en donde la palabra libertad cobra valor, que también cobren valor nuestras acciones.
Empecemos por manifestarnos en libertad, sin prejuicios, sin palabras despectivas que nos dividan, que nos segreguen. Empecemos por unirnos a la búsqueda de las libertades de otros, sin discriminación, sin estratificación.
¿Qué tal si empezamos entonces a reconocernos desde la diferencia como pares?, simplemente como seres humanos, como ciudadanos con los mismos derechos y deberes. ¿Qué tal si empezamos a trabajar por las libertades colectivas?, así no sea yo el directamente beneficiado; porque las libertades colectivas siempre nos benefician como sociedad.
Desde esta Esquina te invitamos a manifestarnos en libertad y a decirles al oído a los candidatos a cargos públicos nuestras necesidades colectivas, las identificadas en las reuniones barriales, las conversaciones vecinales, las reuniones de mujeres, las reuniones juveniles. Te invitamos a generar encuentros de conversación con ellos y ellas sobre esos temas o asuntos que aún nos esclavizan y que no nos permiten avanzar como sociedad, pues estas conversaciones deberán ser su ruta para diseñar un plan de gobierno que les permita transformar esas realidades colectivas.
Que estas manifestaciones de libertad se conviertan en agenda públicas y nos permitan trazar la ruta para que los nuevos gobernantes acompañen la construcción de sociedades mas justas y equitativas, en donde la palabra libertar sea la excusa para el encuentro, la disertación y la construcción colectiva.
Que tu manifiesto y el nuestro, sea un mismo clamor por la libertad de nuestra ciudad y de nuestro país.
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