Imitar voces se convirtió en la posibilidad de caminar por la ciudad y hacer más ameno el viaje. Edwin Ortega forma corrillos a donde llega, porque ha aprendido que su voz genera muchas sonrisas en quienes lo escuchan.
Barney, Scooby Doo, el Oso Yogui y muchos más, hacen parte de los personajes que imita y afirma que su felicidad se hace más grande al sentir que genera alegría en los demás.