Una tierra soñada

En San Pedro de Urabá nuevos caminos se abren para la reconciliación, el encuentro vecinal y la vida digna en el campo. El camino que aquí se relata nos lleva a la vereda Molinillo, uno de los lugares donde se gesta la tierra soñada de los San Pedreños.

Se escucha el sereno que golpea las hojas de palma que cubren el techo del rancho donde me encuentro. Abro los ojos y es aún de madrugada. La brisa abre la ventana del cuarto donde duermo y el roció me pega en el rostro, mis sentidos se activan y suspiro, ¡ay!  Al fondo escucho el bramar de un ternero y exclamo ¡qué delicia! huele a café, a potrero, a pasto húmedo, a vaca bramando por su cría. Gracias Dios por permitirme conocer esta bella tierra de San Pedro de Urabá, mi nuevo hogar.

Me narra Doña María, la viuda de Omar, que ahora sale tranquila, que ya no se escuchan las ráfagas de ametralladora, los gritos de las personas pidiendo auxilio. Los vecinos están retornando al territorio, ya somos más. Mi pueblo está retomando su verdadero rostro después de un pasado oscuro plasmado en nuestra memoria histórica, pero como narra una estrofa del himno nacional de Colombia, “ceso la horrible noche”. La resiliencia y pujanza del San Pedreño le permite reinventarse y nacer de nuevo.

Esta mañana me encontré a Wilmar, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Rayo y recordamos la masacre del Alto San Juan y La Rula, el 25 de abril del 2001, en donde la guerrilla de las FARC – EP encerró a los habitantes del caserío en la escuela y por los calados del salón dispararon.  Recordamos a Jairo[1], el único habitante de la vereda que se salvó. Fue un hecho doloroso en donde los campesinos fueron víctimas de los actores armados.

Voy saliendo a las 5 de la mañana rumbo a Córdoba, me transporta David en su campero Carpati Was, apodado el rey David, pionero conductor de la ruta San Pedro de Urabá – Montería, personaje agradable y pintoresco. Me dirijo a una cita con mi amiga y odontóloga la Dra. Estefanía. En la ruta observo los verdes paisajes, los caminos de herradura, la naturaleza de mi municipio.

Al llegar al consultorio, la encontré triste, me dijo “hoy cumplen 27 años de desaparecidos mis hermanos” en el camino del municipio de Valencia hacia San Pedro de Urabá.

“Mi madre anoche no dejaba de llorar porque con nostalgia recordaba a mis otros dos hermanos, los mataron en esta absurda guerra interna colombiana. Acabaron con los hombres de nuestra familia, solo quedaron mi papá y Fernando, el menor de todos”.

Estefanía, recuerda su niñez y me narra lo feliz que eran con sus padres y hermanos en la finca. Narra cómo sus padres y sus hermanos a pulso trabajaban con el ganado y labraban la tierra hasta el año 1991 que les tocó desplazarse por la violencia hacia la ciudad de Montería, a fin de seguir sobreviviendo. Guardaron la esperanza que hoy día va teniendo sentido gracias al Acuerdos de Paz y la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), con la que por fin tendrá noticias de sus hermanos para cerrar ese ciclo de violencia y tener paz en sus memorias.

A escasos minutos de las 12 meridiano, me despido de ella y salgo rumbo a la terminal a esperar la hora de regreso a San Pedro de Urabá, en el mismo vehículo que llegue, el rey David. De regreso al territorio nuevamente sonrió, y doy gracias a Dios al brindarme el privilegio de observar este paisaje natural.

De regreso pienso que, es un hecho notorio lo acertado que ha sido el Acuerdo de Paz y los beneficios que ha traídos para el sector rural, especialmente para la vereda Molinillo de San Pedro de Urabá en donde los 3.300 kilómetros de placa huella, construidos por el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET-, han traído una mejor calidad de vida. Hoy los habitantes de la vereda tienen mejores vías y ya pueden sacar y comercializar sus productos con más facilidad, este programa ha dignificado la región, transformando el contexto de violencia de San Pedro de Urabá.

Mientras espera el camión que recoge la leche, el señor Gaviria de la vereda Molinillo afirma que está feliz “porque ya no tiene que llevar el producto en bestia”, gracias a los proyectos de paz de los PDET que trajeron el mejoramiento de vías.

Proyecto integrador vereda Milinillo

Como todo ciclo natural de la vida es circular y da la vuelta, lo que se abre debe cerrarse, es por ello que  todos los seres humanos merecemos esa nueva oportunidad para encontrar esa paz interior y recordar que esa noche oscura ya pasó y pensar en un mejor futuro para las generaciones venideras y sobre todo dejar como legado que, “de toda cosa guardada en tu corazón es para aprender a perdonar, porque solo con la herramienta del verdadero amor podemos lograrlo y entender que la ruta es hacia adelante, nunca mirando el retrovisor”.

Reporteros comunitarios del municipio de San Pedro de Urabá

Disnelia Mestra

Humberto Arturo Estrella Quevedo

Rafael Ramos

Yadirys Pérez

Emisora comunitaria Melodía la Más 88.4 f.m.

Por una comunicación para la paz

Este producto fue realizado con el apoyo del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para la paz en Colombia. Las opiniones y planteamientos expresados no reflejan, ni comprometen la posición del Fondo.

Instagram
Facebook
LinkedIn
Twitter
YouTube
Abrir chat
1
Hola 👋 ¿Quieres ponerte en contacto? Escríbenos por WhatsApp desde este medio 💬 o mejor aún, agréganos a tu lista de contactos como La Esquina Radio con el número +57 3053051745