Según la Agencia de Renovación Territorial en el municipio de Mutatá se han ejecutado 77 proyectos PDET, con una inversión total de 220 mil millones de pesos. Uno de estos proyectos es el restaurante escolar de la Escuela Rural Chadó Arriba, un corregimiento que se encuentra ubicada a unos 35 minutos del casco urbano donde se encuentra una exuberante vegetación y fuentes hídricas.
Foto Cortesía Juan Carlos Lopera
Mi pueblo, Mutatá, tiene un aroma que me transporta a la tierra húmeda y a la vegetación después de la lluvia, a lo dulce y cremoso del chontaduro. Mutatá, tierra de gente resiliente, sonriente y cálida, donde se revelan las hermosas montañas y los ríos cristalinos, donde resuenan el canto de los pájaros, las risas de la gente y la melodía cambiante del río.
Sus casas, construidas de forma improvisada con carpas, guardan lo poco que se pudo rescatar de una vida pasada, marcada por la tristeza y el eco constante de disparos. El miedo que acechaba a sus habitantes los obligó a buscar refugio en otro lugar, uno donde la paz tuviera cabida.
Foto Cortesía Juan Carlos Lopera
En las zonas rurales del municipio hay muchas necesidades, tanto por parte de las comunidades campesinas como indígenas. Así que la llegada de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial abre nuevas oportunidades a la población, porque le apunta a la inclusión, a fortalecer el liderazgo y, a solucionar problemáticas que vienen desde décadas atrás.
Las mujeres suman al desarrollo del territorio
Según la Agencia de Renovación Territorial en el municipio de Mutatá se han ejecutado 77 proyectos PDET, con una inversión total de 220 mil millones de pesos. Uno de estos proyectos es el restaurante escolar de la Escuela Rural Chadó Arriba, ubicada en el corregimiento que lleva el mismo nombre y que se encuentro ubicado a unos 35 minutos del casco urbano. Para llegar a esta escuela, ,los niños que viven cerca se transportan en vehículo, otros a pie y, los que viven más adentro, en bestias.
La Escuela Rural Chadó Arriba tiene dos aulas, una que fue hecha en concreto por la misma comunidad y, otra construida en madera por el profesor y los padres de familia. Allí, desde siempre ha habido restaurante escolar. Antes era una choza de tablas y se preparaban los alimentos sobre tres piedras y mesones improvisados de madera. Pero ahora las cosas han cambiado.
El profesor Jafet Mosquera recuerda que un día en medio de una integración los niños al notar que el refrigerio se tardaba, como si fuera un juego, empezaron a cantar: “niños con hambre generan violencia, niños con hambre no van a la escuela”. Por eso hoy manifiesta que este proyecto ayuda a transformar la vida de todos y evita que los niños se adhieran a las filas de los grupos armados. “Este ha sido una de las estrategias de paz que han ejecutado y que permite que el corregimiento se organice en el tema de infraestructura, que facilita el acceso a la alimentación, un derecho de todos”.
Restaurante Escolar Chadó Arriba
Al caer la tarde, mientras el sol se desvanece tras las majestuosas montañas que rodean mi querido pueblo de Mutatá, las risas y conversaciones de los niños llenan el aire. Hoy el esfuerzo conjunto y la solidaridad han forjado de Mutatá un hogar donde la inclusión y la igualdad son la base de un futuro que brilla con promesa y luz.
Reporteros comunitarios del municipio de Mutatá
Foto Cortesía Juan Carlos Lopera
Diomedes Restrepo Puerta
Gildardo Andrés Chaverra Valencia
Mariangel Restrepo Ballestero
Sarel Gómez Osorno
Yasnedy Londoño Castro
Emisora Comunitaria Río Stereo
Por una comunicación para la paz
Este producto fue realizado con el apoyo del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para la paz en Colombia. Las opiniones y planteamientos expresados no reflejan, ni comprometen la posición del Fondo.