Que si se lo roban, que a ella quién la conoce, que no nos dan la información completa, que siempre nos dicen mentiras. Éstas y otras muchas expresiones nos acompañan cada vez que necesitamos de alguien en momentos difíciles.
Confianza es quizás una de las palabras que ya pocos pronunciamos, incluso que ya hemos olvidado.
La verdad es que a mi también se me ha ido olvidando esta palabra y es por eso que hoy quiero que juntos reflexionemos sobre la necesidad de confiar en el otro y en los otros…. Y recordar siempre, que al otro lado hay buenos amigos.
En esta época de contingencia y de la necesidad de quedarnos en casa para cuidarnos, es vital poder confiar. No es fácil quedarnos en casa para quienes vivimos del día a día o del rebusque como lo llaman algunos; pero es quizá en este momento donde necesitamos creer que las políticas institucionales creados en esta contingencia sanitaria, llegaran a nuestro barrio representadas en medicamentos, alimentos y soluciones reales para cada una de nuestras necesidades.
Lo importante y vital ahora es utilizar y canalizar nuestras necesidades utilizando los canales disponibles para que seamos escuchados como sociedad y que estas necesidades sean resueltas con eficacia y eficiencia. No es sólo confiar y quedarnos esperando, es movilizarnos a través de medios que como La Esquina Radio nos abren sus micrófonos para escucharnos y ponernos en conversación con nuestros gobiernos locales, departamentales y nacionales y con esas personas e instituciones que nuevamente nos acercan a la palabra confianza. Organizaciones sociales, empresas públicas y privadas; quienes en su mayoría se han dispuesto a atender estos llamados.
Yo se que hoy es momento de replantear el modelo de sociedad que hemos desarrollado, pero también creo que es momento que observar cómo los movimientos sociales y comunitarios nos están invitando a interpelar desde la esperanza y no desde el miedo y la resignación.
Pongámosle toda nuestra atención a esas iniciativas de acompañamiento mutuo, del cuidado colectivo que muchos de nuestros barrios están implementando para garantizarnos la calidad de vida a los más vulnerables.
En este tiempo de crisis socialicemos nuestra esperanza y hagamos de este medio de comunicación un lugar para que converjan los diferentes discursos y alternativas a esta crisis humanitaria.
Juntos, desde la distancia podemos hacer que mañana no seamos menos, sino que seamos más fuertes, más sensatos, más solidarios y sobre todo mas confiados que estamos construyendo una sociedad mejor.
Ahora es el momento de reactivar la confianza, la confianza en que todo estará bien. En que a pesar de las dificultades siempre hay alguien que piensa en mi, en ti, en nosotros.
