Una frase popular que de forma muy sentida cita una de las habitantes del Barrio Bello Oriente de Medellín, un barrio en el que muchos hogares todavía no cuentan ni siquiera con los servicios públicos básicos.
El artículo 51 de la Constitución Política de Colombia, establece que todos los colombianos tienen derecho a una vivienda digna y que es responsabilidad del Gobierno proporcionar los medios para que las personas de escasos recursos puedan acceder a este derecho. Sin embargo, las realidades que se viven en las comunidades más vulnerables del país como es el caso de Bello Oriente, en la comuna 3 de Medellín, nos damos cuenta que este derecho es negado de forma amplia, generando una violación a la dignidad humana como base de los derechos humanos, según la declaración de las Naciones Unidas y ratificada por Colombia.
“Que se pongan la mano en el corazón, nosotros no necesitamos que nos hagan una casa de dos tres o cuatro pisos, necesitamos que vengan y miren si tenemos los servicios públicos como debe ser”
Yury Molina López, habitante del barrio Bello Oriente.
Yuri Molina López, habitante de Bello Oriente, explica que aunque se han acercado a los estamentos gubernamentales en busca de acceder a su derecho a una vivienda digna, aún no se le ha garantizado.
También manifiesta que es gracias al apoyo de la Fundación Palomá, que hoy en día puede tener una vivienda en la que junto a su pareja guarda la esperanza de que se les garantice sus derechos, por parte del estado
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